Si quieres disfrutar de un sonido de alta calidad cuando reproduces tu música favorita o en tu Home Cinema, sabes que la clave son altavoces de alta calidad. En el mercado, se consigue una gran cantidad de opciones, por lo que seleccionar los  más adecuados para ti, no siempre es tarea fácil.

Seguramente, habrás visto que los altavoces pueden ser pasivos o activos, según el sistema de amplificación que utilicen. Los pasivos son aquellos que usan amplificadores externos, mientras que en los activos, el sistema de amplificación es interno.

Si quieres personalizar el sonido o hacer mezclas especiales, la mejor opción es un altavoz pasivo, mientras que si quieres un equipo sencillo de usar, es mejor el altavoz activo. Para que puedas elegir el que mejor se ajusta a tus necesidades, te presentamos las principales diferencias entre los altavoces activos y los pasivos.

Características de los altavoces pasivos

Estos son los que más comúnmente se utilizan con equipos de alta fidelidad de sonido, requiriendo una fuente externa de amplificación. Para esto, hay un cable que va de los altavoces al amplificador, llevando la señal sonora.

La mayoría de los altavoces suelen ser de tipo pasivo, ya que no llevan el amplificador incorporado. Los mismos funcionan de la siguiente forma:

  • Se recibe la señal de sonido desde una fuente, que puede ser un ordenador o un equipo de música.
  • La señal es llevada hasta un preamplificador, el cual la procesa para hacerla más limpia y nítida.
  • De allí, el sonido es llevado hasta el amplificador, que es el encargado de aumentar su potencia.
  • Dentro del altavoz, se encuentra en primer término la unidad de cruce, que es un componente electromagnético capaz de separar la señal en distintas bandas de frecuencia.
  • Las frecuencias del sonido, son procesadas por controladores que mejorar su calidad.

Según el número de controladores que presenta un altavoz pasivo, se diferencia en dos tipos:

  • Altavoces de 2 vías: los sonidos agudos, que corresponden a las frecuencias más altas, van al tweeter, mientras que los medios y graves se procesan en el woofer.
  • Altavoces de 3 vías: se cuenta con bocinas (controladores) especializados en sonidos agudos (tweeter), medios (woofer rango medio) y graves (woofer rango alto).

Los altavoces de 3 vías suelen ser los que brindan una calidad de sonido más alta, ya que los controladores procesan las distintas bandas de frecuencia. Suelen estar incorporados a los llamados equipos Hi-fi o alta fidelidad.

En general, los altavoces pasivos son preferidos por aquellos que buscan disfrutar de un sonido más similar al original. Entre sus características principales, están:

  • No requieren estar conectados a la energía eléctrica, ya que incluyen componentes electromagnéticos que distribuyen la señal sonora.
  • Siempre deben estar asociados a un amplificador externo, el cual se conecta mediante cables a los altavoces.
  • Son bastante ligeros, debido a que no tienen amplificadores en su interior.
  • Permiten manejar mejor el sonido, según las preferencias del usuario, para lo que se utiliza un ecualizador. Esto permite manipular manualmente las distintas bandas de frecuencia del sonido.
  • Al tener pocos componentes internos, son muy sencillos de reparar cuando se presenta algún desperfecto y suelen tener una alta durabilidad.
  • La calidad del sonido que reproducen depende en gran medida de la potencia del amplificador asociado y el tipo de cable que lleva la señal hasta los altavoces.
  • Para lograr una reproducción de alta fidelidad, se deben utilizar las conexiones adecuados y ecualizar en los parámetros justos.

Características de los altavoces activos

Son aquellos que no dependen de ningún equipo externo que les permita lograr la reproducción del sonido. Los mismos están configurados de la siguiente manera:

  • Incorporan una caja que contiene todos los componentes del altavoz, la cual puede influir, al igual que en los altavoces pasivos, en la calidad del sonido.
  • La red de cruce que distribuye las bandas de frecuencia, la cual funciona de manera activa, por lo que debe estar conectado a la energía eléctrica.
  • Varios controladores y amplificadores internos, los cuales se separan para las diversas bandas de frecuencia.

El funcionamiento del altavoz activo tiene varias diferencias con el pasivo, en cuanto a la forma de amplificación de las bandas de frecuencia:

  • El sonido proveniente de la fuente original puede ir directamente al altavoz o pasar por un preamplificador que la hace más nítida e intensa.
  • Luego, esta señal llega a la red de cruce, que va a separar los sonidos agudos, medios y graves.
  • Cada banda de frecuencia pasa por un amplificador, encargado de intensificar la señal sonora.
  • La señal amplificada para cada frecuencia pasa por los controladores (tweeter y woofer para medios y bajos).

Aquellos usuarios que tienen poco conocimiento sobre el manejo del sonido, suelen optar por este tipo de dispositivos. Entre sus características más resaltantes están:

  • Deben tener suplencia a la energía eléctrica, pero no requieren el uso de amplificadores externos.
  • Para utilizarlos, solamente deben conectarse y encender, sin tener que hacer ajustes manuales para el manejo del sonido.
  • No tienen cableado externo, a excepción del que va a al tomacorriente, por lo que se integran con mayor facilidad a cualquier espacio.
  • Incorporan un potenciómetro, encargado de controlar la potencia de los amplificadores, ajustando así el volumen que se reproduce por las bocinas del equipo.

Los altavoces activos son muy adecuados para colocar acoplados a un ordenador o a la salida de equipos de sonido. En https://zococity.es/collections/altavoces-monitor encontrarás una gran variedad de modelos, como aquellos de tamaño compacto para ubicar sobre el escritorio.

Diferencias entre altavoces pasivos y activos

Como puedes apreciar, ambos tipos de altavoces tienen ventajas y desventajas, por lo que su selección va a depender del uso que quieras darle. En caso de que quieras hacer tus propias mezclas de sonido, lo mejor es optar por los altavoces pasivos.

Si prefieres un equipo que funcione con un sistema “plug and play”, los altavoces activos son muy sencillos de manejar. Para que tomes una decisión que se ajuste mejor a tus necesidades, te presentamos las diferencias más importantes entre ambos altavoces:

  • Los altavoces pasivos no requieren estar conectados a la energía eléctrica, mientras que los activos dependen de la electricidad para su funcionamiento.
  • Un altavoz activo lleva incorporados internamente los amplificadores para cada banda de frecuencia. El altavoz pasivo depende de un amplificador externo, que mejore la potencia de la señal de sonido.
  • Para usar un altavoz pasivo, se debe conectar el amplificador al equipo con una serie de cables. Los altavoces activos únicamente cuentan con el cable eléctrico.
  • Los altavoces pasivos permiten hacer un ajuste manual del sonido en cada banda de frecuencia. En los activos, los ajustes se realizan de manera automática, por lo que no se puede personalizar el sonido.
  • Cuando se instalan altavoces pasivos, se ocupa generalmente más espacio, ya que se debe ubicar el amplificador externo. Los altavoces activos son más manejables y compactos.
  • Un altavoz pasivo permite combinar distintos amplificadores, para ajustar la potencia de la señal. En un altavoz activo, la potencia máxima de salida está limitada por la capacidad de los amplificadores internos.

En cuanto al precio, los altavoces pasivos suelen ser más económicos, pero debes incluir el coste del amplificador, que suele ser elevado. Los activos son un poco más costosos, aunque no necesitan otros equipos asociados.