La tecnología ha avanzado tanto en los últimos años que somos afortunados en vivir en una de las eras donde fácilmente los doctores pueden ver en el interior de nuestro cuerpo sin necesidad de bisturí ni cirugías. Con esto nos referimos al TAC o tomografía axial computarizada, al igual que varias tecnologías análogas, la cual permite tener una imagen del interior del organismo y detectar cualquier clase de patología que presentemos.

Esta son los avances tecnológicos que pueden ayudar en el diagnóstico a muchas personas alrededor del mundo. En el siguiente texto te hablaremos de todo lo que debes saber sobre esta interesante tecnología, cómo se usa para nuestro beneficio, en qué se diferencia de una resonancia y un PET.

¿Qué es un TAC?

La tomografía axial computarizada, también conocida como escáner o TC (tomografía computarizada), es una prueba que busca diagnosticar diferentes padecimientos, mediante el uso de rayos X, que se encargan de dar una imagen radiográfica del interior del organismo en forma de cortes transversales o, en caso de ser necesario, mostrará imágenes tridimensionales.

Existen muchas razones por las cuales se realizaría un TAC, entre ellas los casos de traumatismos son los más comunes. En estas ocasiones, lo que se busca es detectar hemorragias, lesiones en órganos internos o fracturas que puedas estar afectando a la persona.

De la misma manera, se utiliza en caso de que el doctor busque diagnosticar un tumor o extensiones del mismo. En algunos casos, se usa para estudiar patologías de la médula espinal o de la columna vertebral y para diagnosticar infecciones. Existen ocasiones donde los médicos deben realizar una intervención y, mediante el TAC, se guían para saber cómo tomar las biopsias o el drenaje de abscesos.

Es normal que en este tipo de procedimientos se utilice un líquido de contraste, que usualmente es un compuesto de yodo, que ayude a resaltar las imágenes que se tienen en el TAC, lo cual hace mucho más sencilla la lectura del mismo.

¿Qué es una resonancia?

Una resonancia es un examen imagenológico en el que utiliza imagen y ondas de radio potentes para crear imágenes del cuerpo, en este procedimiento no se emplean radiación ionizante o rayos X.  A las imágenes por resonancia magnética o IRM, por sí solas, se les conoce como cortes. Estas se almacenan en una computadora y se pueden imprimir como una película. Uno de estos exámenes puede dar como resultado decenas o hasta cientos de imágenes.

Para realizar este tipo de procedimiento se solicita al paciente utilizar una bata o, en su defecto, ropa sin ningún tipo de broche metálico. Esto se hace porque cierto tipo de metales pueden arruinar las imágenes que se presentan al final. La persona se acuesta en una mesa angosta, esta se desliza entre un tubo grande muy parecido a un túnel. En alguna clase de exámenes se utiliza cierta clase de tinta, igual que el TAC.

De la misma manera, aunque no en todas las ocasiones, se colocan pequeños dispositivos, denominados espirales, alrededor de la cabeza, brazo, pierna o el lugar donde se quiera estudiar. Estos aparatos ayudan a recibir las ondas y dar una imagen de mayor calidad.

Este examen dura, en promedio, entre media y una hora. Es asistido y monitorizado por un experto que vigila todo el procedimiento desde otro cuarto.

Diferencias entre TAC y resonancia

Aunque similares, pues son exámenes fundamentados en la imagen, presentan algunas diferencias que es bueno conocer. Primero, diremos que con ambos procedimientos se pueden detectar enfermedades de forma no invasiva, lo cual los hace imprescindibles en cualquier hospital de mundo.

Una de las diferencias primordiales es que con el TAC las imágenes se obtienen mediante rayos X, mientras que con la resonancia magnética se utilizan ondas de radio e imágenes, mediante los cuales se consiguen los denominados cortes.

De igual manera, se pueden diferenciar desde lo formal, ya que el TAC presenta aspecto de dona. En este examen el paciente se coloca en la camilla, la cual se mueve a través de la dona para tomar las imágenes necesarias. Es mucho más silencioso que los aparatos de resonancia y al paciente no le es necesario encerrarse, lo cual lo libra de la claustrofobia.

Con el TAC se busca encontrar o diagnosticar tumores, lesiones internas o traumatismos, de la misma manera los padecimientos relacionados con la médula espinal e infecciones profundas que afecten el cuerpo del paciente. Por otro lado, la resonancia magnética se usa para el diagnóstico de anomalías en los vasos sanguíneos, tumores benignos o malignos, cáncer, alguna clase de males congénitos en los órganos y alteraciones en el tejido interno.

Diferencias entre PET y TAC

Un PET o Tomografía de Emisión de Positrones, es un procedimiento mediante el cual se le inyecta al paciente una sustancia radioactiva que, una vez se desintegra, emite un positrón que es la antipartícula del electrón. Una vez el positrón se encuentra con un electrón del cuerpo se aniquila, de este choque se producen dos fotones de alta energía, siempre en la escala de rayos gamma, los cuales son detectados por el PET.

Para entender el procedimiento, se debe saber que los fotones gamma se emiten en sentido contrario, lo cual permite al PET localizar el origen con una precisión extrema. Contrario al TAC, el PET se encarga de mostrar el metabolismo del paciente, la actividad celular, lo cual es útil en áreas como la oncología, cardiología o neurología.

El TAC, por su parte, y como ya lo hemos referido a lo largo del texto, funciona a bases de rayos X, los cuales brindan imágenes de las diferentes partes del cuerpo y son las encargadas de mostrar los diferentes males que aquejan a los pacientes. Esta tecnología fue desarrollada por Allan McLeod Cormack y Godfrey Newbold Hounsfield, ganadores del premio Nobel de medicina en 1979 por dicho invento.