Tanto si tienes a una persona mayor a tu cargo como si sientes que estás cumpliendo años y necesitas una ayuda extra para poder disfrutar más de tu día a día o contar con compañía de forma constante, es probable que te estés planteando qué tipo de residencia de ancianos puede ser la más adecuada. A continuación revisamos las principales diferencias entre las residencias de ancianos públicas y privadas, para que puedas seleccionar la que mejor se adapte a las necesidades de la persona mayor que tienes a tu cargo y a las tuyas propias.

Qué son las residencias de ancianos públicas

Las residencias de ancianos públicas son las residencias con titularidad de la Administración. De esta forma, las residencias públicas:

  • Cuentan con plazas financiadas por los ayuntamientos de una localidad o por su Comunidad Autónoma.
  • Para acceder a las residencias públicas se deben cumplir unos requisitos concretos que pueden variar en cada comunidad.
  • Además, será necesario seguir un procedimiento completo de solicitud de plaza, que vendrá establecido por Ley.

Qué son las residencias de ancianos privadas

Por otro lado, como nos han explicado los expertos en residencias de miResi, encontramos las residencias de ancianos privadas, que son las que cuentan con todas las autorizaciones necesarias por parte de los organismos públicos, pero cuya titularidad pertenece a una empresa privada. De esta manera, las residencias privadas:

  • Pueden ofertar distintos tipos de plazas.
  • Cuentan con plazas privadas cuyos gastos deben asumirse íntegramente por sus usuarios.
  • Cuentan con plazas públicas residenciales que pertenecen a la administración.
  • Estas residencias suelen contar con acuerdos de colaboración con la administración para ofertar plazas públicas.
  • En caso de que ofrezcan plazas públicas, hablaríamos de residencias colaboradoras o de residencias concertadas.
  • Para tener acceso a las plazas privadas simplemente se deben cumplir los requisitos particulares exigidos por cada residencia y se tiene que poder hacer frente a la cuota mensual establecida.
  • En cambio, para poder acceder a las plazas públicas se deben cumplir algunos requisitos concretos.

Cómo se accede a las residencias públicas

De esta manera, teniendo en cuenta la gran diferencia de precios que existe entre las residencias de ancianos privadas y las públicas si se tiene en cuenta el importe medio de las pensiones en España, la primera opción para la gran mayoría de familias son las residencias públicas o las plazas públicas ofertadas en residencias privadas.

  • Para poder acceder a una plaza pública en una residencia de ancianos se deben cumplir los siguientes requisitos:
  • Habrá que ser mayor de 65 años.
  • Los mayores de 60 con dependencias de moderadas a severas también pueden acceder.
  • No se puede precisar atención sanitaria con hospitalización.
  • Tampoco se pueden sufrir trastornos mentales graves que puedan suponer conductas que pongan en riesgo la convivencia en la residencia.
  • Será importante llevar como mínimo dos años empadronado al municipio en que se encuentre la residencia.
  • Tampoco se podrá contar con un grado de dependencia II o superior.
  • Tampoco podrán acceder las personas que hayan recibido sanciones o expulsiones en otras plazas públicas en residencias.
  • Se deberá alcanzar una puntuación concreta, que se calculará aplicando un baremo concreto que permitirá a los ancianos ingresar en una residencia.
  • También es clave ser pensionista del sistema público de pensiones.
  • En caso contrario bastará con ser cónyuge de pensionista o con tener derecho a las prestaciones sociales del Imserso, valorando la ley o convenio internacional.

Por otro lado, los expertos también recomiendan tener en cuenta que, a pesar de que existen marcos reguladores a nivel del estado, cada Comunidad Autónoma tiene su propia legislación en este punto, con lo que es fundamental revisar el procedimiento y los requisitos exigidos en cada Comunidad Autónoma.

De esta manera, si cumplimos con estos requisitos podremos tener derecho a una plaza pública. Para solicitarla se debe indicar el centro concreto en el que estamos interesados, con lo que resulta clave revisar las listas de espera y el número de plazas públicas disponibles en cada centro, además de valorar todos estos datos para poder decidir en qué residencia queremos solicitar la plaza.

Cómo conseguir una plaza pública paso a paso

  • Una vez ya conocemos cuáles son los requisitos que debemos cumplir para poder acceder a una plaza pública en una residencia, debemos valorar los pasos a seguir para poder hacerlo de manera eficiente.
  • Primero que nada tenemos que pedir cita en Servicios Sociales. Esto es importante para que un trabajador social pueda iniciar todos los trámites necesarios para el reconocimiento del grao de dependencia del familiar que está solicitando la plaza o para el que la estamos solicitando.
  • Por otro lado, cuando ya tengamos reconocido el grado de dependencia, llega el momento de recibir una carta en casa en la que encontraremos la resolución. A partir de aquí, si es procedente, conoceremos el grado de dependencia asignado por los Servicios Sociales.
  • Cuando tengamos esta resolución tendremos que pedir otra cita con el trabajador social para poder realizar el Plan Individual de Atención o PIA. Esta herramienta determinará los recursos y las necesidades más adecuados para cada anciano o persona dependiente.
  • En caso de que el grado de dependencia asignado sea de II o superior, se podrá pedir una plaza pública siguiendo el procedimiento indicado por los trabajadores sociales.

Si no se consigue una plaza pública en una residencia de ancianos o si necesitamos acceder a una plaza privada mientras conseguimos la asignación de una plaza pública, los expertos recomiendan el programa Pensium. Se trata de una buena alternativa que proporcionará ingresos periódicos a los ancianos para que puedan afrontar los costes de una plaza en una residencia privada.

Diferencias básicas entre residencias privadas y públicas para ancianos

Finalmente, pasamos a reseñar de nuevo las diferencias básicas que existen, según los expertos, entre las residencias privadas y las residencias públicas para ancianos.

En la actualidad, un gran número de residencias para mayores son residencias públicas o residencias sin ánimo de lucro. Solamente una de cada cinco residencias en España son residencias privadas.

Las residencias de mayores públicas son aquellas que están bajo titularidad del estado, del centro de acción social o de un centro hospitalario. Las tarifas de estas residencias dependen del estado y en ellas todos los usuarios tienen derecho a asistencia social gratuita.

Este tipo de residencias, además, suelen acoger a ancianos, pero también a personas dependientes. Son más económicas que las residencias privadas, y son las escogidas por la gran mayoría de usuarios que no cuentan con los recursos suficientes para poder hacer frente a los costes tan elevados que supone una residencia privada para ancianos en la actualidad, sobre todo si tenemos en cuenta estos costes en comparación con la cuantía media de las pensiones en nuestro país.

Sin duda son las residencias más demandadas gracias a sus precios más razonables, pero suelen contar con largas listas de espera.

Por otro lado, las residencias de ancianos son privadas cuando tienen titularidad privada, bien sea de una empresa, de una compañía de seguros, de un fondo de pensiones, de una fundación o de una asociación. También acogen a personas mayores con menos ingresos porque suelen ofertar plazas públicas o permiten a personas que cuentan con ayudas del estado acceder a sus plazas.

La diferencia en los costes entre las residencias de ancianos públicas y las residencias privadas suele suponer también una diferencia entre la calidad y el número de los servicios ofertados en unas y en otras, aunque lo cierto es que en la actualidad existen residencias públicas que no tienen nada que envidiar a muchas de las residencias de titularidad privada que existen en nuestro país.

De esta manera, la verdadera ventaja de las residencias de ancianos privadas para los mayores que pueden permitírselas es que las tarifas más altas de este tipo de residencias reducen en gran medida las listas de espera, con lo que, si necesitamos una residencia de mayores urgentemente, sin duda las privadas serán la mejor alternativa.

Las residencias privadas suelen contar, además, con algunas ventajas extra:

  • Sus instalaciones suelen ser amplias y modernas.
  • En muchas admiten animales.
  • Ofertan muchas actividades divertidas.
  • Cuentan con zonas comunes amplias.
  • Tienen bonitas zonas ajardinadas.

Según explican los expertos, al contar con más medios que el sector público para la construcción y renovación de residencias en nuestro país, en los últimos años el sector privado es el que ha financiado la construcción y la creación de nuevas residencias de ancianos en España.

En conclusión, si bien en la mayoría de casos es posible escoger entre una residencia pública y una privada, lo cierto es que las públicas suelen tener listas de espera de varios meses y las privadas presentan costes elevados que un gran número de la población no puede asumir, con lo que es fundamental ser previsores con la elección de la residencia para poder disponer de una plaza en ella cuando nuestros mayores lo necesiten.