La carrera de traducción e interpretación es una de las que más auge está teniendo recientemente entre los futuros estudiantes, pues esto se debe directamente a el gran reclamo que hay de profesionales que se dediquen a traducir e interpretar.

Y es que esta necesidad surge directamente del fenómeno de la globalización, que cada vez pone en contacto a diversos profesionales alrededor de todo el mundo que no necesariamente saben idiomas distintos a su lengua materna y que, por lo tanto, requieren de la compañía de un traductor o un intérprete.

Es por esto que con el reciente crecimiento de esta carrera y profesión también estos términos han empezado a homogeneizarse hasta el punto de que muchas personas no son capaces de distinguirlos. Sin embargo, hay una clara diferencia entre la función de un traductor y la función de un intérprete, ya que aunque, a priori, son profesiones de la misma rama, en realidad cada uno de esos profesionales se desempeña en un ámbito totalmente distinto.

Por este motivo, si buscas entender cuál es la diferencia entre la traducción y la interpretación y quieres conocer a qué se dedica cada uno de estos dos profesionales, o quieres saber cuáles son los fundamentos más esenciales de la profesión de un traductor y de la carrera de un intérprete, te lo explicamos todo al detalle.

Diferencia entre traducir e interpretar

Lo primero que hay que saber es que la traducción e interpretación se estudian conjuntamente dentro de la misma carrera, pues ambas estudian en el ámbito de la lingüística. Y es que cualquier carrera de Traducción e Interpretación ofrece el conocimiento y las técnicas esenciales para que un profesional sea capaz de transmitir cierto contenido de un idioma base a otro distinto, sin perder en ningún momento ni las intenciones, ni el sentido, ni los matices del habla de origen.

De esta forma, los traductores e intérpretes suelen desempeñarse comúnmente dentro de empresas públicas o privadas, y pueden tener salidas profesionales muy diversas, pues son capaces de trabajar dentro del área de las relaciones internacionales, como corresponsales bilingües, como docentes, o dentro de ciertos organismos traduciendo todo tipo de charlas, conferencias, etcétera.

Ahora bien, una vez entendida la función de un traductor y un intérprete, sí que hay que observar una distinción muy clara entre ambos profesionales, y dicha diferencia entre ambos es el medio en el que se desenvuelven. Esto quiere decir que un traductor se encargará de cambiar el idioma de un texto escrito a otro, mientras que un intérprete trabajará en el ámbito oral y, por tanto, se encargará de reinterpretar una conversación o monólogo de un idioma a otro distinto.

Por este motivo, la traducción y la interpretación se entienden como dos servicios lingüísticos diferenciados en función a la forma en la que se tratan estas traslaciones de las lenguas. De esta diferencia sí que derivan otras pequeñas distinciones entre ambos profesionales, pues mientras que un traductor será bastante más dependiente de la investigación y tendrá tiempo para realizar su trabajo, un intérprete deberá de conocer los coloquialismos y regionalismos mucho más al detalle, pues trabajará de una forma inmediata, instantánea y fluida.

Como consecuencia de esto, pese a que los idiomas son el apartado esencial de estas dos profesiones, cada uno de estos profesionales deberá de contar con un conjunto de habilidades distintas. Esto es porque no todos los tractores podrán trabajar bien como intérpretes, y viceversa.

Traductor vs intérprete: ¿se dedican a lo mismo?

Ahora que ya entendemos de forma general las diferencias principales entre el traductor y el intérprete, somos capaces de responder esta pregunta de forma sencilla. Y es que no; el traductor y el intérprete no se dedican a lo mismo, pese a que sí que trabajan dentro de la misma rama de la lingüística y de la traducción.

Como ya hemos mencionado, el medio es básicamente la diferencia principal a la hora de que estos dos profesionales desempeñen sus funciones, pero es cierto que dentro de las traducciones y las interpretaciones es posible encontrar todavía más especializaciones, así que estos conceptos los abordamos a continuación, donde expandimos en las explicaciones sobre las funciones principales de un traductor y un intérprete.

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¿Qué hace un traductor? 

Cuando hablamos del trabajo de un traductor, hacemos referencia siempre al proceso que se lleva a cabo cuando un profesional pasa un texto escrito de un idioma a otro. Una buena traducción siempre será aquella que mantiene y comunica el mensaje original de una forma efectiva, sin perder el detalle ni el sentido, y sin aplicar un estilo personal en la traducción hasta el punto de que la original parezca otra distinta.

Los traductores profesionales pueden desempeñarse en distintos medios, como, por ejemplo, el medio audiovisual, trabajando en la subtitulación de contenido; en el medio literario, con la traducción de libros; o en la traducción jurídica; entre otros ámbitos, pero, generalmente, pueden traducir todo tipo de contenido, como sitios webs, letreros, folletos, novelas, videojuegos, etcétera.

De esta forma, para poder trabajar como traductor se requieren de ciertas habilidades. Principalmente, es esencial contar con un nivel lingüístico nativo tanto en el idioma de origen como en el de destino para ser capaz de entender los coloquialismos y las expresiones idiomáticas al detalle. Los traductores también deben de ser organizados y ordenados para cumplir con los plazos de entrega y saber trabajar en el ámbito de la investigación, pues serán muchos los recursos que deban de consultar cuando trabajan en las traducciones. Por este motivo, también deberán de ser muy críticos, perfeccionistas y exactos con su trabajo.

Funciones de un traductor

Así pues, cuando hablamos de las funciones a las que se enfrenta comúnmente un traductor en su día a día, tenemos que hablar de cómo llevan a cabo la comunicación lingüística estos profesionales mediante las siguientes actividades:

  • Traducen textos de varios géneros; tan amplios como pueden ser, por ejemplo, documentos legales, libros de texto, manuales, trabajos de investigación, informes técnicos y científicos, subtítulos de contenido audiovisual, etcétera. Para esto siempre realizan investigaciones previas, estudian y analizan las particularidades de cada texto y deben de saber adaptar el contenido según el tono, la finalidad y otros aspectos claves de cada traducción.
  • Pueden asistir a otros intérpretes, traductores o compañeros de profesión, en el caso de que se necesite abordar un documento que utilice un lenguaje específico en el que ellos se especialicen.
  • También pueden revisar y corregir documentos traducidos por otros compañeros para garantizar que estos no cuenten con ninguna imperfección o error.
  • Desarrollan todo tipo de glosarios técnicos, bases de datos, bancos de términos etcétera para recopilar información lingüística en función a proyectos distintos.

¿Qué hace un intérprete?

Por otro lado, cuando nos encontramos ante la profesión del intérprete, hacemos referencia a aquel que se dedica a convertir el lenguaje oral de un idioma de origen a otro de destino distinto. La interpretación, a diferencia de la traducción, se lleva a cabo a tiempo real, ya sea en persona, a través de una videollamada o de una llamada telefónica.

Los intérpretes suelen enfocarse especialmente dentro de ámbitos de trabajo que requieren de una traducción inmediata, por lo que suelen trabajar en congresos, conferencias, ferias, reuniones, cursos de formación y otros lugares que requieran de un medio de producción oral.

Aunque existen muchas similitudes entre las habilidades que representan los traductores y los intérpretes, es cierto que hay diferencias. Los intérpretes necesitan tener un nivel excelente de los idiomas que traducen, prácticamente nativo, pues necesitan seguir el contexto de la conversación al momento y, por tanto, captar las expresiones idiomáticas y mantener el significado sin tener prácticamente tiempo para pensar.

Por este motivo, necesitan saber hablar de forma fluida, ser capaces de captar la esencia de la traducción, ser concisos, precisos y muy rápidos. También resulta muy útil que los intérpretes cuentan con una amplia cultura dentro del ámbito de traducción en el que se desempeñan para ser capaces de mantener la verosimilitud en el lenguaje y en el habla de aquello de lo que trata la traducción.

Funciones de un intérprete

A la hora de definir exactamente cuáles son las funciones que realiza este profesional de forma habitual, podemos diferenciar unas cuantas tareas que difieren por completo del trabajo de traductor. Estas son las siguientes:

  • Se encargan de transmitir el mensaje oral en una lengua distinta y a tiempo real, de modo que su interpretación sea simultánea o consecutiva, dependiendo de la especialización. Para ello, podrán ser capaces de trabajar conjuntamente con otros profesionales, de investigar previamente el evento para familiarizarse con los posibles términos de la interpretación y, asimismo, de escuchar, interpretar y señalar al mismo tiempo.
  • Como hemos mencionado, pueden acompañar a otros intérpretes durante el proceso de la interpretación para ayudarlos a realizar traducciones más profesionales.
  • Pueden traducir el lenguaje de señas, tanto de forma simultánea como consecutiva. Para esto, obviamente, será necesario que tengan fluidez en el lenguaje de señas y en el otro lenguaje al que se traduce para poder llevar a cabo una traducción exacta y fiel.
  • También son capaces de trabajar como docentes para entrenar a otros grupos e intérpretes en el caso de que se les solicite dicha tarea.