El campo de la automoción está en constante desarrollo, en parte gracias a la innovación tecnológica que contribuye a la mejora de estos coches y, en parte también, debido al impacto que los coches tienen en el cambio climático hoy en día. Es por esto que, poco a poco, hemos ido evolucionando hacia unos modelos de coches distintos a los tradicionales que buscan ser mucho más limpios y renovables. Dos ejemplos de estos son los coches eléctricos y los coches híbridos.

Los coches que apuestan por la movilidad eléctrica son extremadamente importantes en el mercado. Hablamos de los coches híbridos, eléctricos, enchufables y demás; sin embargo, cuentan con diferencias marcadas que los convierten en dos propuestas totalmente distintas pese a que muchas personas no son capaces de explicar la diferencia. Es por este mismo motivo que la intención de este artículo es tratar de aclarar estás dudas y hacer entender a los lectores cuáles son las diferencias básicas entre los distintos coches eléctricos que existen.

Para ello, vamos a centrarnos en diferenciar los coches eléctricos de los híbridos y de los híbridos enchufables para poder exponerte al detalle las características de estos tres tipos de modelo de coches eléctricos y para que así puedas diferenciarlos y optar por el tipo que más te guste y se adapte a tus necesidades en el caso de que quieras contribuir a este cambio climático a través de la industria del automóvil.

Diferencias entre coches eléctricos e híbridos

Primero que todo, hay que entender que las marcas diferencian en sus catálogos de automóviles los coches que se consideran totalmente eléctricos (Battery Electric Vehicles o BEV), los híbridos, los híbridos enchufables (Plug-in Electric Vehicles o PHEV), etc.

Originariamente, los primeros coches que se fabricaron con la idea de impulsar la industria camino a la movilidad eléctrica fueron los híbridos; esto es, los coches que se entienden como una combinación de electricidad y combustible convencional y que, por tanto, comparten características tanto de los coches tradicionales como de los coches eléctricos. La mejoría que proviene de esto surge gracias a su motor de combustión y a su sistema de conducción de batería eléctrica, que consigue incrementar sobremanera la eficiencia del consumo de combustible y con esto reduce las emisiones que perjudican al medio ambiente.

De esta forma, se diferencia principalmente entre tres clases de híbridos:

  • El híbrido serie. También se conocen por el nombre de vehículo de autonomía extendida o REHEV, que son aquellos en los que el motor de combustión interna propulsa el generador eléctrico, consiguiendo así mandar energía al motor eléctrico de la batería. Es el motor de combustión interna el que efectúa la tracción de las ruedas.
  • El híbrido mixto. Este tipo de automóvil intercala dos motores: el de combustión interna y el eléctrico, permitiendo así ayudar a traccionar las ruedas y utilizar el coche de forma totalmente eléctrica.
  • El híbrido suave. Este caso únicamente cuenta con un sistema pequeño en el cuadro eléctrico que permite activar la parte eléctrica del coche para disminuir el consumo y las emisiones, por ejemplo, en frenada, pero no se considera un coche totalmente eléctrico.

Una vez entendido esto, se puede deducir que los híbridos eléctricos funcionan gracias a la contribución de un motor de combustión interna con uno o varios motores eléctricos que almacenan energía en las baterías, ayudando a mejorar la economía del combustible del coche. Los coches híbridos que también son eléctricos cuentan con una única batería como sistema de almacenamiento en el que guardar esta energía. Estas baterías son recargables en la red eléctrica y ofrecen un uso más duradero.

Por todo esto, las diferencias más básicas entre un coche eléctrico y un coche híbrido son las siguientes: el sistema de propulsión, la circulación con cero emisiones y el ruido del vehículo, el ahorro en combustible, la autonomía y las prestaciones.

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Diferencia entre coches híbridos e híbridos enchufables

Además de todo esto, tal y como hemos comentado, existen numerosos tipos de vehículos híbridos y uno de ellos es el de los híbridos enchufables o (PHEV).

Como ya sabemos, un híbrido funciona principalmente gracias a la dualidad del motor de combustión interna y el suplemento de potencia del motor eléctrico y lo convierte en una opción intermedia entre los coches clásicos y los coches eléctricos. Sin embargo, a la hora de hablar de un híbrido enchufable tenemos que tener en cuenta principalmente que, pese a que ambos coches comparten características, como las bajas inversiones directas, la posibilidad de una recarga, y su motorización eléctrica, el funcionamiento de estos dos tipos de coche es totalmente distinto.

Un vehículo híbrido enchufable combina el motor eléctrico con el motor de combustión en todo momento de su utilización y, por tanto, se entiende como el tipo de vehículo más adecuado para utilizarse dentro de la ciudad. Por este motivo, las baterías de los híbridos enchufables son bastante más grandes y cuentan con una capacidad mucho mayor que la de los híbridos normales, lo que implica que tengan una autonomía superior que les permite alcanzar los 40 kilómetros de autonomía eléctrica.

Por todo esto, se puede decir que cada uno de estos coches será mejor o peor para cada individuo en función a sus necesidades, lo que significa que si quieres escoger entre uno y otro tienes que plantearte el uso que vas a darle.

En resumen, un híbrido convencional se entiende como un automóvil bastante eficiente con el que ahorrar emisiones y consumo energético gracias a que cuenta con una autonomía eléctrica muy útil para todos los trayectos en la ciudad y no necesita enchufarse. Por otro lado, los híbridos enchufables de dan la opción de recorrer muchísimos más kilómetros sin ningún tipo de emisión ni consumo de combustible, pero es cierto que necesitan un punto de recarga para poder conseguir reponer al máximo la batería eléctrica.