La sordera afecta a más de 400 millones de personas a nivel mundial, lo cual deteriora su calidad de vida y la capacidad de establecer relaciones sociales. Una de las formas más efectivas para solucionar los problemas auditivos es el uso de los audífonos.

Estos dispositivos cuentan con un sistema receptor  y un auricular que se acopla al oído para magnificar los sonidos y los puedas captar más fácilmente. Se han desarrollado distintos tipos de audífonos, que se diferencian principalmente por su ubicación en las zonas del oído.

La elección del tipo de audífono que más te conviene, tiene que ver con tu nivel de hipoacusia así como por tus preferencias. Conoce las diferencias más resaltantes entre los audífonos retroauriculares y los intraauriculares, para encontrar el que más se adapta a tus necesidades.

¿Qué son los audífonos retroauriculares?

Este es el tipo más clásico, el cual va colocado detrás de la oreja y llevan un pequeño cable que los conecta con el auricular que se introduce hacia el pabellón del oído. Los mismos suelen ser los más grandes y evidentes dentro de los audífonos para sordos, pero también los más potentes.

Aunque los audífonos retroauriculares se adaptan a cualquier nivel de hipoacusia, están especialmente recomendados en los casos más severos. Esto debido a que su tamaño permite instalar receptores con mayor potencia, que son adecuados para estas personas.

Este tipo de audífonos se compone de 2 partes, siendo la más evidente aquella que se ubica detrás de la oreja. En esta zona van colocados tanto los botones de control del equipo así como los micrófonos que captan el sonido.

La otra parte corresponde a un tubo o cable delgado al que va adherido el auricular y que se introduce en el canal auditivo. Este es el responsable de transmitir los sonidos recibidos por los micrófonos y llevarlos hasta el oído interno, donde se perciben las ondas sonoras.

Los audífonos retroauriculares son de dos tipos básicos, según su tamaño, lugar donde se recibe el sonido y el diseño:

  • Audífonos BTE (Detrás de la oreja): son los más grandes y evidentes, aunque su diseño se ha venido mejorando para que sean más discretos a la vista. En este caso, prácticamente todos los componentes del dispositivo (incluido el receptor), se encuentran detrás de la oreja. El sonido viaja por un tubo que se coloca en el canal auditivo y se debe realizar un molde particular a cada paciente. Están especialmente recomendados para personas con pérdidas auditivas severas y problemas de acumulación de cerumen.
  • Audífonos RIC o RITE (Recibiendo en canal): son estéticamente menos visibles y suelen ubicarse en la parte posterior de la oreja. En el oído se introduce únicamente el auricular, mediante un tubo delgado y muy discreto. No requieren un molde particular para cada forma del oído y el audífono se separa fácilmente del auricular. Se recomiendan para niños, ya que la estructura del oído va cambiando, aunque son más sensibles a la acumulación de cerumen.

¿Qué son los audífonos intrauriculares?

Se trata de aparatos que se insertan dentro del canal auditivo, por lo que no se perciben visualmente. Son el tipo más estético y preferido de las personas que rechazan audífonos más visibles, que los hacen sentir incómodos.

Los audífonos intrauriculares son adecuados para pérdidas auditivas de leves a moderadas, ya que por su pequeño tamaño no suelen alcanzar una gran potencia. Por otra parte, tienden a generar cierta sensación de oclusión, puesto que llenan el canal auditivo.

Estos equipos deben ser diseñados para cada persona, basados en un molde para que se acoplen adecuadamente a la forma del oído. Además, se debe comprobar si el paciente tiene un canal auditivo que permita llevarlos, ya que algunos lo pueden tener muy pequeño o con formas poco comunes.

Los audífonos dentro del canal, al igual que los retroauriculares, permiten la conexión inalámbrica en la mayoría de los casos. De tal manera, que la persona puede controlarlos con mayor comodidad, conectarse hasta su Smartphone y hasta es posible realizar ajustes de manera remota.

Su elección se debe hacer de la mano de profesionales en audiología, por lo que te recomiendo visitar https://audifonosinvisibles.net/audifonos-intrauriculares/, donde encontrarás todos los tipos existentes.  Dentro de los audífonos intrauriculares, hay una gran diversidad de diseños que se diferencian por su tamaño, potencia y funcionalidad:

  • ITE o de carcasa completa: son los más evidentes de este tipo de audífonos, ya que llenan completamente la superficie del oído externo. La carcasa que se acopla a la zona de la concha se hace a la medida, para permitir su uso por tiempo prolongado. Son los de mayor potencia en su tipo, siendo convenientes para personas con hipoacusia grave a moderada y aquellos que tienden a acumular cerumen.
  • ITC o de media carcasa: van dentro del canal auditivo, a excepción de la pletina que se ubica hacia el oído externo, siendo ligeramente visible. Tanto el micrófono como las pilas van hacia la parte exterior, por lo que suelen tener mayor autonomía que tipos más pequeños. Son muy convenientes para personas con dificultades de destrezas y con un mantenimiento sencillo.
  • CIC: son dispositivos que se insertan directamente en el canal auditivo y prácticamente no son visibles externamente. Para fabricarlos, se toma un molde del paciente, a fin de que pueda llevarlos con comodidad. Debido a la posición de los receptores, tienden a ser menos sensibles a problemas de interferencia, aunque suelen tener menor potencia. Se recomiendan para hipoacusias leves, pero se debe tener cuidado en aquellas personas que tienden a acumular cerumen.
  • IIC: si estás buscando un audífono que pase totalmente desapercibido, esta es tu mejor opción. Los mismos son elaborados a partir de una impresión exacta del canal auditivo y quedan totalmente incluidos en este. Se requiere tener espacio suficiente para poder insertarlos y generalmente tienen pocas funciones por su pequeño tamaño. Esto también afecta su potencia, por lo que son adecuados para sorderas leves.

Diferencias entre audífonos retroauriculares o intrauriculares

Los audífonos para la sordera son la solución más práctica y común para personas que sufren de hipoacusia. Su uso puede mejorar en gran medida tu calidad de vida, por lo que podrás desarrollar tus actividades sociales y laborales de una forma normal.

La elección del tipo de audífono que más se ajusta a tus necesidades se debe hacer con base a las recomendaciones del audiólogo. Este profesional te indicará la tecnología que se adapta a tu nivel de hipoacusia así como tus destrezas y presupuesto.

Como ya has visto, los dos tipos principales son los audífonos retroauriculares y los intrauriculares, los cuales se diferencian principalmente por:

  • Los retroauriculares se colocan detrás o encima de la oreja, mientras que los audífonos intrauriculares están ubicados dentro del canal auditivo.
  • Los audífonos más estéticos y discretos son los intrauriculares por su menor tamaño. Por su parte, los retroauriculares suelen ser más visibles, aunque están disponibles en colores semejantes a la piel para pasar desapercibidos.
  • Para personas con hipoacusia grave o canales auditivos estrechos, así como problemas de destreza, son mejores los retroauriculares por ser más grandes. Los intrauriculares son adecuados para sordera de leve a moderada y canales auditivos grandes.
  • Los audífonos retroauriculares tienen mayor potencia y soportan pilas más grandes, por lo que tienen más autonomía. Mientras que los intrauriculares tienen una potencia más limitada y soportan pilas pequeñas.
  • El receptor de los audífonos intrauriculares se ubica dentro del canal auditivo, lo que evita problemas de interferencia. En los retroauriculares, el receptor se encuentra en el componente que va en la oreja y queda sometido a mayores interferencias por ruido.