Las familias con hijos suelen tener muy en cuenta a los pequeños en todas las decisiones que toman, pues velan por su bienestar y quieren lo mejor para ellos. A la hora de escoger el lugar en el que vivir, estos guardan un papel muy importante: ¿qué tipo de colegio es el más adecuado?, ¿ofrecen una educación diferente el entorno rural y el entorno urbano?
Sabemos que hay muchas familias con este planteamiento, que se están preguntando las cualidades de cada centro educativo según su ubicación. En esta ocasión queremos arrojar un poco de luz en este tema, para ello, te mostramos las diferencias más relevantes que vas a encontrar en un colegio urbano o rural, para que puedas tomar la mejor decisión.
Colegio en entornos urbanos
Las zonas urbanas suelen contar con una oferta cultural y social muy superior a la periferia o a las áreas rurales. Estas oportunidades permiten a los alumnos acceder a museos, música, arte o espectáculos con mucha facilidad y completar su educación en el ámbito humanístico. Los servicios son variados en este entorno en el que cuentan con un gran abanico de posibilidades.
Las áreas urbanas no dejan de ser zonas con una densidad de población muy elevada, lo que tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Las aulas en este tipo de colegios suelen ser multitudinarias, separadas por ciclos de edades e incluso por clases con cantidad de alumnos en cada una de ellas. Es una condición que puede fomentar la sociabilidad, pero hace de la educación una experiencia menos personalizada. Los profesores suelen tener a su cargo a decenas de alumnos, algo complicado de gestionar en algunas ocasiones.
Obtener una plaza en el centro docente deseado puede ser algo complicado para los padres, madres o tutores. Cuando se habita en una zona con población elevada, las plazas son reducidas y en algunas ocasiones se deben buscar vías alternativas.
Cabe destacar que, pese a que pueda haber ciertos planteamientos diferentes en cada colegio, todos siguen un sistema educativo idéntico que deben cumplir. Los programas escolares son de ámbito estatal y afectan a todos los alumnos que están inscritos en el territorio.
Colegio en entornos rurales
Los entornos rurales están cada vez más demandados por las familias y se empiezan a considerar un entorno idílico para educar a los hijos. En la actualidad hay iniciativas como RuralLifeSpain que permiten trasladarse a un pueblo durante un año para vivir esta experiencia, trabajando a distancia e inscribiendo a los menores en colegios rurales.
En este ámbito no hay tantas facilidades para el acceso a la oferta cultural ni servicios que destacan en las ciudades. Sin embargo, los pequeños se encuentran en un constante contacto con la naturaleza que es casi imposible de encontrar en las urbes. La facilidad para interactuar con el entorno es mucho mayor cuando se asiste a estos colegios y permite mejorar las capacidades en ciencias, medioambiente, biología y otras materias. Además, el medio rural facilita el fomento de valores como el respeto por el entorno, la tolerancia o el aprecio por la naturaleza.
La densidad de población es menor en estas zonas que a menudo tienen colegios pequeños en los que no hay problemas para encontrar una plaza disponible. Aunque esto impide que se socialice con una mayor cantidad de personas, es positivo para estrechar vínculos más cercanos y saludables con el resto de los niños.
Las actividades que se realizan en estos centros son un poco diferentes a las que se encuentran en los colegios urbanos, más enfocadas a las visitas a los museos o los proyectos tecnológicos. Se suele aprovechar el entorno y se hacen excursiones cercanas, se interactúa con el medio y se suele ofrecer una mayor autonomía para moverse por los espacios.
Principales diferencias entre los colegios urbanos y rurales
Conociendo cómo son cada una de estas instituciones y el medio en el que se encuentran, ya se puede observar que hay diferencias en el estilo educativo. Aquí te exponemos las más destacadas.
Acceso a determinados servicios
Una de las diferencias más importantes es el acceso a los servicios como el transporte, los museos o los monumentos. Los colegios urbanos suelen facilitar mucho el uso de todo tipo de servicios, mientras que los rurales presentan dificultades en este sentido. No obstante, en la actualidad hay diferentes iniciativas en los pueblos que están fomentando el traslado sencillo de los alumnos o el acceso a determinadas tecnologías.
Acceso a la naturaleza
En las ciudades es posible acercarse a un parque urbano o, haciendo una pequeña excursión, llegar a zonas arboladas más extensas. No obstante, uno de los grandes beneficios de los colegios rurales es el acceso directo a la naturaleza en todas sus formas. Los niños pueden interactuar con ella diariamente en un ambiente saludable, aprender del entorno u observar cantidad de fenómenos como la migración de las aves en primera persona.
Educación personalizada
Existen tipos de colegios muy diferentes en las ciudades, aunque generalmente se ven saturados por un exceso de alumnos y deben repartirlos en aulas muy grandes con un solo docente para todos. En el ámbito rural es posible disfrutar de una enseñanza personalizada en la que se acompaña a los alumnos según tus talentos, habilidades o carencias. La densidad de la población es menor y las clases suelen ser cercanas, con menos alumnos.
Tipos de actividades
Los colegios urbanos realizan a menudo actividades relacionadas con los deportes de interior, las visitas a monumentos, teatros o museos. El tipo de actividades que se organizan en el rural son algo diferentes, pues suelen estar involucradas con el entorno o con los deportes al aire libre.
Tipos de alumnado
El tipo de alumnado de los centros urbanos es mucho más homogéneo, hay cantidad de niños y niñas con la misma edad, situación socioeconómica, estilo educativo y origen. En los colegios rurales puede haber cierta heterogeneidad por una cuestión de cantidad, algo que puede dificultar la integración en algunos casos puntuales, pero que suele fomentar la tolerancia y la creación de vínculos en las clases.
Estilo de enseñanza
En los colegios de las ciudades se suele enseñar en base a un plan estructurado, libros de lectura, deberes y trabajos individuales. Los colegios rurales siguen el mismo programa y deben aportar idénticos conocimientos a los alumnos, sin embargo, suelen emplear para ello técnicas colaborativas, trabajos en equipo y desarrollo de competencias individuales para alcanzar esta meta.