La llegada de la movilidad eléctrica ha cambiado profundamente la forma en que se usa la energía. El crecimiento de los coches eléctricos ha hecho esencial contar con puntos de carga en viviendas y parkings compartidos. Muchos conductores se preguntan qué diferencia hay entre los cargadores monofásicos y trifásicos, ya que su potencia, rapidez y precio no son iguales. Conocer estas variaciones ayuda a elegir la opción más segura y eficiente.
¿Qué es un cargador monofásico?
Un cargador monofásico utiliza corriente alterna de una sola fase, generalmente de 230 voltios, que es el tipo de suministro común en los hogares. Este dispositivo destaca por su sencillez, precio accesible y facilidad de colocación, convirtiéndolo en la opción más habitual para quienes cargan sus coches eléctricos en casa. Su potencia suele estar entre 3,7 y 7,4 kW, lo que permite realizar cargas lentas o medianamente rápidas según el vehículo y el conector empleado.
Para un coche con batería de 50 kWh, la carga completa con un cargador monofásico puede durar entre 6 y 12 horas. Por esta razón, es ideal para casas individuales o garajes donde se pueda dejar el automóvil conectado durante la noche. La instalación no implica grandes cambios en la electricidad del hogar, ya que la mayoría cuentan con acometida monofásica. Esto facilita todo el proceso y mantiene bajo el coste inicial, haciendo de este tipo de cargador una solución práctica y eficiente para la carga doméstica de vehículos eléctricos.
¿Qué es un cargador trifásico?
El cargador trifásico funciona con corriente alterna distribuida en tres líneas, lo que permite entregar mucha más energía que un cargador normal, normalmente entre 11 y 22 kW. Este sistema reparte la electricidad por tres conductores, aumentando la eficiencia y reduciendo el tiempo necesario para llenar la batería. De esta forma, un coche con una batería de 50 kWh puede cargarse en unas 3 o 4 horas, frente a varias horas más con un cargador monofásico.
Este tipo de cargador es ideal en aparcamientos colectivos, empresas o lugares donde se requiere cargar varios vehículos al mismo tiempo. También resulta conveniente para quienes hacen viajes largos y necesitan tener su coche listo rápidamente. Su instalación necesita una red eléctrica más potente y la intervención de un profesional certificado, lo que eleva el coste inicial.
Diferencias de rendimiento y técnicas
Los sistemas de carga monofásicos y trifásicos se distinguen principalmente por la rapidez y la capacidad de carga. Los monofásicos son adecuados para uso doméstico, con cargas más lentas, mientras que los trifásicos permiten recargar vehículos de forma más veloz y sostener varios usuarios al mismo tiempo.
Desde el aspecto técnico, los cargadores monofásicos funcionan con una sola línea de energía, mientras que los trifásicos emplean tres líneas, distribuyendo la corriente de manera más uniforme y disminuyendo la posibilidad de sobrecargas.
En cuanto al rendimiento, los trifásicos aprovechan mejor la red eléctrica, lo que puede reducir el consumo total. No obstante, su instalación requiere un suministro especial, lo que puede implicar un coste y trámite adicional.
Aspectos económicos y de instalación
La diferencia de precio entre ambos tipos de cargadores es considerable, aunque el coste total depende de la potencia contratada, el tipo de instalación y las características del garaje. En cuanto a precios, según leemos en https://cargacar.com/cargador-coche-electrico-garaje-comunitario, el precio por un cargador en un garaje comunitario parte desde los 850 euros. Este valor puede aumentar si se opta por un sistema trifásico, ya que requiere cableado específico, protecciones adicionales y, en algunos casos, un aumento de la potencia contratada.
El coste también varía según el tipo de conector y la integración de funciones inteligentes, como la programación horaria o el control remoto mediante aplicaciones móviles. Estas características permiten gestionar la carga de forma más eficiente, aprovechando las horas valle para reducir el gasto en electricidad. Lo importante es contar con una instalación profesional como la que ofrece Cargacar, que garantice la correcta configuración del sistema, la seguridad eléctrica y el cumplimiento de las normativas de baja tensión.
Ventajas y desventajas de cada tipo
Los cargadores monofásicos se caracterizan por su funcionamiento simple, su bajo coste de mantenimiento y su precio accesible. Son apropiados para quienes tienen recorridos cotidianos previsibles y distancias moderadas, y pueden dejar su coche conectado durante varias horas, como durante la noche. La desventaja principal es que su ritmo de carga es lento, lo que puede ser un problema si el vehículo tiene una batería grande o se necesita una recarga rápida.
En cambio, los cargadores trifásicos proporcionan una carga mucho más rápida y eficiente. Son muy útiles en espacios con varios coches eléctricos, como oficinas, residencias colectivas o flotas profesionales, porque permiten aprovechar el tiempo al máximo. Sin embargo, requieren una inversión inicial mayor y una instalación más compleja. También es importante considerar que no todos los coches eléctricos pueden utilizar toda la potencia trifásica, ya que algunos solo permiten carga monofásica mediante su cargador interno. Por eso, al elegir un cargador, es fundamental evaluar las necesidades de uso, la capacidad de la batería y la compatibilidad del vehículo.
¿Qué cargador elegir?
La decisión entre un cargador monofásico y uno trifásico depende del uso del vehículo y de la capacidad eléctrica disponible. Para quienes recorren distancias cortas en ciudad o pueden dejar el coche cargando durante la noche, un cargador monofásico suele ser suficiente y práctico. Este tipo de instalación es simple y eficiente para quienes no necesitan recargar con rapidez.
Si se desea cargar el vehículo en menos tiempo, se poseen varios coches eléctricos o se busca aprovechar al máximo el tiempo, los cargadores trifásicos resultan más adecuados. Este sistema permite una recarga rápida y estable, ideal cuando la demanda de energía es alta.
También hay que considerar la instalación eléctrica del lugar. En casas con suministro monofásico, usar un cargador equivalente evita complicaciones y gastos adicionales. En garajes compartidos, donde varias personas usan la energía simultáneamente, los cargadores trifásicos ayudan a distribuir la carga de manera eficiente, evitando sobrecargar la red y garantizando un uso más equilibrado para todos los usuarios.