En España el alquiler cada vez tiene más demanda, al fin y al cabo cada vez son más las personas y familias que alquilan. Hay que tener en cuenta que el alquiler no solo es el alquiler a largo plazo, sino que hay diferentes tipos de contrato de arrendamiento.
Y de eso vamos a hablar a lo largo de este artículo. Vamos a mostrarte los diferentes tipos de contrato de arrendamiento que existen en España para que te sea más fácil elegir la opción que mejor encaja con lo que buscas.
¿Cómo se clasifican los contratos de arrendamiento?
Antes de entrar en detalles queremos dejar claro que un contrato de alquiler es lo mismo que el contrato de arrendamiento. En ocasiones se suelen confundir cuando realmente hacen referencia a lo mismo.
El contrato de arrendamiento es un documento legal a través del cual se establece un acuerdo de alquiler entre el arrendador y el arrendatario. En el contrato se suelen incluir los datos de las personas interesadas, información del inmueble, precio del alquiler, duración del contrato, posibles actualizaciones, condiciones de la vivienda, responsabilidades de cada una de las partes, resolución del contrato…
Por supuesto, a través del contrato de alquiler también podemos encontrar cláusulas complementarias. Como se suele decir, cuanto más completo sea el contrato de alquiler, más fácil será saber si se adapta a lo que se busca o no.
Además, los contratos de arrendamiento se pueden clasificar en dos tipos. Los contratos de arrendamiento residencial y los contratos de arrendamiento comercial.
¿Qué tipos de contratos de arrendamiento existen?
Ahora llegamos a lo verdaderamente importante, conocer los diferentes tipos de contratos de arrendamiento que existen en España. Para hablarte de todos ellos nos hemos puesto en contacto con los agentes inmobiliarios de Hoffmann, la mejor inmobiliaria de lujo del país. Con sus conocimientos hemos podido conocer los diferentes tipos y te los presentamos a continuación.
1- Contrato de alquiler de vivienda habitual
Es el tipo de arrendamiento que va dirigido al uso de la vivienda habitual. Eso significa que cuando se opta por este tipo de alquiler lo que realmente se está haciendo es alquilar para usar la casa para el día a día.
La duración de estos contratos de alquiler suelen ser largos, siendo el máximo de hasta cinco años. Por supuesto, ese contrato puede tener prórrogas si ambas partes están de acuerdo y quieren que el acuerdo siga vigente. Por supuesto, las renovaciones pueden ir acompañadas de subidas o no del precio. A cambio de que el propietario deje la vivienda a la familia, la familia o persona que ha realizado el alquiler se compromete a pagar una cuota mensual previamente pactada. El incumplimiento de ese pago podría provocar el fin del contrato de alquiler.
2- Contrato de alquiler de vivienda temporal
Es el contrato de alquiler a través del cual se permite al inquilino disfrutar de la vivienda durante un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, suele ser normal que este tipo de contrato de alquiler esté ligado al periodo lectivo, es decir, de septiembre a junio.
La duración del contrato de alquiler está previamente pactado por ambas partes y suele ser normal si las dos partes están de acuerdo en renovar el contrato temporal a lo largo de los años.
Este tipo de contrato suele combinar con el turístico en la época de verano.
3- Contrato de alquiler por habitaciones
La diferencia de este contrato es que realmente no estamos alquilando la vivienda en su conjunto, sino que solo alquilamos una habitación. Dependiendo del tipo de contrato firmado, podemos tener derecho a las zonas comunes y tener o no baño propio. Leer las condiciones a fondo es importante para ver si el contrato de alquiler por habitaciones se adapta a lo que necesitamos o no.
4- Contrato de alquiler turístico
Es un tipo de alquiler que se centra en alquilar la vivienda a los turistas. Eso significa que el alquiler suele realizarse por pequeños periodos de tiempo. En ocasiones incluso la duración del alquiler puede ser de tan solo una noche.
Normalmente el alquiler turístico al realizarse por pequeños periodos de tiempo suele ser más caro, de aquí que muchos propietarios opten por esta modalidad para sacar más rentabilidad a sus inmuebles.
5- Contrato de alquiler social
Es un alquiler que tiene fondos sociales de fondo. En cierta manera se puede definir como un alquiler habitual, pero con precios más competitivos. Normalmente suelen ir dirigidos a familias que tienen pocos recursos económicos, pero que necesitan una vivienda donde vivir.
En este tipo de contrato podemos encontrar contratos que suelen durar varios años y dependiendo del ayuntamiento, los mismos pueden ser prorrogados. El objetivo es ofrecer a las familias más desfavorecidas un hogar en el cual vivir.
6- Contrato de alquiler con opción de compra
Son los alquileres que van sumando una pequeña cuota de lo que pagan a un fondo. Ese fondo poco a poco se va haciendo más grande y permite al inquilino comprar la vivienda con el paso de los años a cambio de un precio más económico.
Suele ser una opción cada vez más común a la hora de conseguir que las familias puedan tener una vivienda en propiedad. Se comienza con el alquiler y luego se ofrece la opción de compra.
7- Contrato de alquiler de renta antigua
Es un alquiler antiguo el cual se caracteriza por tener una cuota muy baja. Los propietarios no suelen querer ese tipo de contrato porque el importe que obtienen es muy bajo. Prácticamente es muy complicado sacar rentabilidad a una vivienda con renta antigua.
8- Contrato de alquiler comercial
Son contratos de alquiler que van ligados a locales comerciales. Como en los contratos de las viviendas, el contrato deja claro las condiciones del alquiler. Hay que leerlo muy bien para ver si realmente se adapta a lo que estamos buscando.
9- Contrato de alquiler de finca rústica
En este caso el alquiler se realiza respecto a una finca rústica. Las fincas rústicas también se pueden alquilar para diferentes fines, de aquí que hayamos incluido este tipo de contrato en el listado.