El esquí es el deporte de invierno por excelencia. En la actualidad, hay cantidad de estaciones que permiten practicarlo y que incluso ofrecen clases a los principiantes para que tengan su primera toma de contacto a lo largo de la temporada de nieve.
Sin embargo, lo cierto es que hay diferentes modalidades en esta disciplina. Dos de las más comunes son el esquí alpino y el esquí de montaña, muy dispares entre sí. Pero, ¿sabes en qué consiste cada una de ellas? En este artículo te lo contamos todo sobre su origen, características y diferencias.
Características del esquí alpino
El esquí alpino es una de las modalidades de esquí más conocidas y en su nombre podemos encontrar su origen, pues comenzó a practicarse en los Alpes. Destaca por transitar en recorridos que son bastante breves y en el menor tiempo posible, caracterizados por presentar un desnivel elevado y estar marcados por las conocidas balizas a las que se denominan como puertas. Esta modalidad se incorporó como deporte olímpico en el año 1936.
Practicar esquí alpino es posible si se cuenta con nociones de la forma más tradicional de esquí y se busca pasar a otro nivel, por ejemplo, las personas que están interesadas en competir. Para ello es prácticamente imprescindible asistir a clases con profesionales cualificados como Bigfootski, una escuela especializada en deportes de invierno que está en Sierra Nevada.
Hay diferentes modalidades de esquí alpino que se clasifican de la siguiente manera:
- Eslalon (Slalom)
- Eslalon Gigante (Giant Slalom)
- Descenso (Downhill).
- Eslalon Super Gigante (más conocido como Super-G)
- Combinada
- Supercombinada
- Eslalon Paralelo (o Paralelo a secas)
También existen otras modalidades que son propias del estilo libre o freestyle. Estas se clasifican así:
- Moguls (Baches)
- Aerials
- Halfpipe
- Slopestyle
- Ski Cross
En general, estas son las principales características del esquí alpino:
- Tiene una equipación propia para esta disciplina que destaca por contar con una tabla que lleva el talón de la bota pegado a ella.
- Se realiza mediante un descenso, así que es necesario contar con medios externos para ascender a lo alto de la montaña.
- La técnica se basa en la realización de movimientos en zig zag.
- Las botas son los elementos de la equipación más importantes en este tipo de esquí.
- Lo más importante es la rapidez, pues las competiciones se puntúan según el tiempo de descenso.
Características del esquí de montaña
El esquí de montaña también es conocido como esquí de travesía y está a medio camino entre la modalidad tradicional de este deporte y su versión alpina. Su principal cualidad es que no se practica en pistas o en senderos que están marcados, previamente acotados para este deporte. Por ello, es una de las modalidades más libres, pero también más complejas.
El ascenso se hace caminando, haciendo una excursión hasta el pico de interés, por lo que subir las montañas es parte de la experiencia de esta modalidad y se hace sin la implicación de los esquís. El camino lo van a escoger las personas que lo practican y se valdrán de sus propios medios para transitarlo.
Lo que implica todo este proceso es la necesidad de una experiencia bastante amplia para practicarlo, pues los deportistas deben ser bien conocedores de los terrenos y contar con habilidades para atravesar zonas muy diferentes con cambios en el clima o la textura de las superficies. El equipo también puede cambiar mucho según la montaña, el trayecto o la zona en la que se practique, por lo que no hay accesorios estándar para el esquí de montaña en general.
Teniendo en cuenta la dureza de este deporte, es considerado como un deporte de riesgo. Lo habitual es que se decanten por esta variante las personas que cuentan con experiencia en escalada y esquí, que tienen muchas habilidades para moverse en la naturaleza con eficiencia.
Estas son las características del esquí de montaña:
- El ascenso se hace a pie con los propios medios, sin mecanismos telemáticos.
- El esquiador es el que suele decidir el punto en el que sube y baja.
- Es necesario contar con nociones muy elevadas de esquí para practicarlo.
- Se lleva a cabo en diferentes tipos de nieve según el entorno, en ocasiones más dura o con textura en polvo.
- La equipación puede cambiar considerablemente según el tipo de terreno a elección y el nivel de dificultad.
- No cuenta la rapidez en esta modalidad, se trata de una experiencia completa de ascenso y descenso que puede llevar mucho tiempo.
Diferencias entre esquí alpino y esquí de fondo
El esquí alpino y el esquí de fondo tienen características muy diferentes, pues son modalidades con esencias que de por sí que no tienen nada que ver y que proporcionan a sus participantes experiencias casi opuestas. Mientras que uno surge en los Alpes, el esquí de fondo tienen un origen nórdico en el que los terrenos son más planos y con particularidades opuestas.
Estas son las principales diferencias entre el esquí alpino y el esquí de fondo:
- El esquí alpino consiste en descender rápidamente las montañas con la ayuda de los esquís.
- El esquí de fondo trata de caminar travesías bastante extensas con distancias largas.
- La versión alpina se hace en terrenos con gran desnivel, mientras que en la de fondo se apuesta por terrenos más lisos u ondulados.
- El esquí alpino se practica con un talón pegado al equipo.
- El esquí de fondo lleva el talón suelto para permitir la movilidad hacia ascendente y descendente.
- Las botas suelen ser más robustas en el esquí alpino y los esquís más delgados en el de fondo.
- El esquí de fondo tiene menos riesgo de accidentes o lesiones porque se practica en terrenos con menos desnivel.
- En el esquí alpino prima la velocidad y es importante realizar los descensos con rapidez a modo de competición, algo que no ocurre en la versión de fondo.
Como ves, estas son dos formas muy diferentes de hacer deporte en la nieve y de practicar el noble deporte del esquí. Los que buscan experiencias cargadas de adrenalina apostarán por el esquí alpino, mientras que los amantes de los trabajos a fuego lento que quieran disfrutar del paisaje se sentirán más a gusto con el esquí de fondo.