El acoso laboral y el bullying son dos formas de acoso y acecho a víctimas que se enfrentan a este problema en diferentes contextos. Aunque se emplean estos conceptos indistintamente, la realidad es que significan cosas diferentes y tienen lugar en entornos distintos.
En este artículo te mostramos las claves para entender qué es exactamente el acoso laboral y el bullying, así como sus diferencias más destacadas.
¿Qué es el acoso laboral?
El acoso laboral también es conocido como mobbing y se refiere a todas las formas de acoso que tienen lugar en el entorno de trabajo. El aspecto que más lo define es precisamente el contexto, pues las personas que lo sufren se encuentran en su oficina, fábrica o entorno profesional, en general, en el que están desempeñando sus funciones laborales.
Esta forma de acoso ejerce un gran desgaste en las personas que lo padecen, pues el trabajo es un área en el que a menudo se pasa un porcentaje muy elevado del tiempo cada día. Además, los empleados suelen intentar aguantar la situación más de lo debido para que su fuente de ingresos no se vea afectada o para evitar posibles represalias de sus superiores.
La persona que acosa o el grupo en cuestión suele acechar a la víctima, ridiculizarla o amenazarla durante el desempeño de su trabajo. Esto tiene efectos negativos en la productividad laboral, en el aspecto psicológico y también en la salud.
Cabe destacar que el acoso laboral se puede materializar de muchas formas diferentes. Cuando se trata de una actitud respecto a un compañero de trabajo se denomina como mobbing horizontal, mientras que las acciones que se ejercen de un superior a un interior se llaman mobbing vertical. En este segundo caso, la víctima puede tener miedo a enfrentarse a la situación por tratarse de un puesto de poder.
Las causas del mobbing, por sorprendente que parezca, pueden ser muy variadas. En algunas ocasiones se trata de individuos que son violentos o con rasgos psicopáticos, mientras que en otras circunstancias es posible que venga por parte de la empresa como forma de presión para que un trabajador abandone su puesto de trabajo y evitar pagar las correspondientes indemnizaciones.
En cualquiera de los casos, la ley contempla que estos actos son un delito. Al encontrarse en esta situación, lo mejor es acudir a abogados laboralistas expertos como https://garanley.com/abogado-laboralista/ y tomar cartas en el asunto. Los profesionales pueden asesorar, seguir los trámites pertinentes e incluso llevar a juicio a los implicados.
Concepto de bullying: ¿Qué significa?
El bullying también es conocido como acoso escolar y se trata de todo tipo de forma de presión, acoso y acecho que se da en los centros de formación. Alude a los maltratos tanto psicológicos como físicos que tienen lugar en colegios, institutos, y en universidades, siendo estos últimos los menos comunes.
Se considera bullying cuando una persona o grupo de personas, algo que resulta mucho más habitual, persiguen, acechan e intimidan a una víctima. Lo común es que estas personas busquen en conjunto a un individuo que consideren “débil” y traten de hacerle la vida imposible.
En la actualidad, esta problemática es demasiado común y creciente. Se da especialmente en edades previas a la adolescencia y en el contexto de institutos o centros escolares. Con el uso de los móviles hoy en día, el bullying se puede volver más intenso combinado con técnicas de ciberacoso en el que los compañeros emplean las redes sociales para mofarse de la víctima.
Además, pueden buscar al diferente como motivo de burla. Esto significa que las personas afectadas son a menudo las que tienen alguna enfermedad, patología, que son de otra raza o presentan conductas que el grupo no acepta.
Es habitual que los centros escolares cuenten con protocolos que deben seguir al detectar estos casos. Si los padres, madres o tutores legales advierten esta conducta, es importante que se comuniquen con el centro para cortarlo lo antes posible.
Diferencias entre bullying y acoso laboral
Las diferencias entre el acoso laboral y el bullying son bastante destacadas, aunque ambas circunstancias tienen la faceta del acoso en común. A continuación, desarrollamos las cosas en las que se separan estos dos conceptos.
El entorno laboral frente al escolar
El acoso laboral siempre tiene lugar en el entorno de trabajo, en oficinas y otros espacios en los que se desempeñan funciones profesionales. Sin embargo, el bullying es propio de los entornos escolares, de colegios e institutos.
Las edades de víctimas y acosadores
Las personas involucradas en el acoso laboral son adultos que emplean esta conducta en su vida diaria o para ejercer presión en las empresas amedrentando a los empleados. Las personas que sufren o ejercen bullying suelen ser menores de edad o muy jóvenes, que todavía están en edad de formación.
La extensión de la problemática
El acoso laboral es un problema que ocurre en variedad de empresas y que, gracias a las medidas que se están instaurando en el contexto de prevención ante el acoso, va disminuyendo poco a poco. Sin embargo, el acoso escolar tiene mucha más incidencia en las escuelas y, lejos de frenarse, se trata de un problema cada vez más frecuente entre los alumnos.
El perfil de las víctimas
La víctima del acoso laboral suele percibirse para los acosadores como una amenaza para sus puestos de trabajo, una persona con liderazgo o con potencial para el trabajo que no está dispuesta a abandonar sus funciones. En el bullying ocurre el fenómeno opuesto, ya que se buscan víctimas que son percibidas como débiles, sensibles, frágiles o vulnerables.
La horizontalidad
El acoso escolar siempre tiene lugar entre iguales, es decir, es una conducta que ejercen unos compañeros de clase o de colegio a los otros. En este sentido, no hay una marcada diferencia en las jerarquías de agresores frente a víctimas. Sin embargo, en el mobbing se puede dar la circunstancia de que un superior acose a un trabajador que tiene un rango inferior. Esto genera un importante desequilibrio que favorece a la persona que está cometiendo la imprudencia.