Los tiempos han cambiado y con ello la mentalidad de las personas, cada vez son los que deciden no enfocar su vida en base a una doctrina religiosa, viviendo ajenos a todo lo que tenga que ver con sus creencias. Los rituales, así como las prácticas religiosas, se siguen manteniéndose en la actualidad, aunque el número de fervientes se ha reducido enormemente, habiendo perdido la religión toda la relevancia que tenía en el pasado —al menos, en la mayoría de los países occidentales—.

Dentro de este desarraigo hacia la religión, podemos hacer una importante distinción entre la postura de dos tipos de personas en base a su creencia. Estos son los ateos y los agnósticos. Aunque en muchas ocasiones estos dos equivocados, lo cierto es que cada uno tiene una postura diferente en torno a la religión. Te lo explicamos.

¿Qué es ser ateos?

Los ateos son las personas que niegan la existencia de un Dios. Son personas que no creen en ningún tipo de doctrina religiosa, como es el caso del cristianismo, y que no tienen ninguna creencia en cuestiones místicas o sobrenaturales. Es decir, se basan en aquello que pueden ver o que la ciencia puede dar una explicación. Lo cierto hay quienes hacen alguna distinción entre los distintos tipos de ateos, aunque el punto en común es que ninguno de ellos cree en la existencia de un Dios. Así pues, algunas de las principales distinciones —estas pueden ser muchas— son:

  • Antiteístas: Son las personas que manifiestas constantemente su oposición a la religión y a las creencias religiosas. Suelen definir la religión como ignorancia y retrógada.
  • No teístas: Son las personas que no creen en ningún ser supremo, pero tampoco se involucran ni con la religión ni con la antireligión.
  • Ateo ritual: No cree en Dios, aunque participa en algunos rituales, debido a la tradición familiar o del país —por ejemplo—. Se adhieren a algunas enseñanzas y valores que promulga la religión.

¿Qué es ser agnóstico?

El agnóstico es una persona que no cree en la religión, pero tampoco la niega. Es una postura más difícil de entender ya que no se decanta hacia ningún extremo. Por lo general, un agnóstico es una persona que no puede creer en un ser supremo debido a la imposibilidad de demostrar su existencia, aunque —por esta misma razón— tampoco la niega.

Diferencias entre ateos y agnósticos

Como comentábamos hemos explicado por separado, la diferencia principal entre los ateos y los agnósticos radica principalmente en la postura que tienen hacia la religión y la existencia de un ser supremo. Mientras que los ateos niegan cualquier existencia de un Dios, los agnósticos no lo hacen —aunque tampoco la defienden—. El ateo se basa en una postura fija basada en la ciencia, busca las explicaciones en aquello que puede ser explicado o razonado mientras que los agnósticos tienen una mentalidad más abierta —en este sentido—.

Lo que tienen en que, así como los ateos no participan en las prácticas religiosas, los agnósticos tampoco suelen hacerlo. Su postura frente a la existencia de un Dios es neutra.

¿Qué es ser gnóstico?

El gnosticismo es un conjunto de corrientes sincréticas —que mezclan diferentes creencias o doctrinas— filosóficas y religiosas. Sobre todo costumbres relacionadas con el cristianismo.  Esta tuvo su auge en los tres primeros siglos de nuestra era, aunque con el tiempo fue considerado como herejía. Lo que defiende esta doctrina es que los fieles no se salvan por la fe en el perdón de Dios —tal como dicta el cristianismo—. Para salvarse deben practicar la gnosis, que no es nada más ni menos que el pensamiento introspectivo sobre lo divino —superior a la fe—. Es decir, alcanzar el conocimiento o percepción de la naturaleza real de la humanidad como divina.

Las personas que practican el gnosticismo en la actualidad son aquellas que defienden que la salvación del alma no radica en el sacrificio de Cristo. El ser humano es autónomo e independiente y tiene la capacidad de salvarse a sí mismo. Para ello lo que debe hacer es alcanzar el conocimiento supremo —o la gnosis— sobre la realidad de la naturaleza humana como divina. Es un pensamiento mucho más filosófico que mezcla, incluso, aires de meditación. Superior a la fe —para quienes lo practican—.

Diferencias entre ser agnósticos y gnósticos

La diferencia entre ambas corrientes o posturas es muy notable, aunque si no se entienden bien pueden dar lugar a confusiones. Los agnósticos son las personas que no niegan la existencia de Dios, pero tampoco la defienden. Tienen una postura neutra, aunque más abierta que los ateos. Ahora bien, los gnósticos si creen en la existencia de Dios, de hecho, afirman que practicando su doctrina se puede demostrar tanto su existencia, como la existencia divina de la naturaleza humana. Una persona agnóstica no puede jamás una persona gnóstica ya que entiende que la existencia de un Dios supremo no puede ser justificada —al menos con los conocimientos que se tienen hasta el momento—. La diferencia entre estas dos posturas y los ateos es que estos últimos niegan la existencia de Dios en todos los sentidos, ya que están convencidos de que esta no puede ser justificada de ninguna manera.

Merece la pena dejar claro que las personas gnósticas defienden también unos conocimientos filosóficos específicos, por lo que es posible que tanto los agnósticos, así como los ateos, puedan compartir.